ULTIMAS HORAS EN EL PARAÍSO

Paramos en un colmado tahitiano e intentamos comprar cerveza Hinano pero la nevera estaba encadenada y candada. No sé porque pero la visión de aquella nevera de alta seguridad me resultó familiar. Tuve que comprar una Orangina que pensé sería una especie de Fanta de Naranja. Como sabía a todo menos a lo que debería saber miré la composición. 88% Quimica 12% Productos Naturales entre los que se incluyen. Piña, Lima, Mango, Papaya, Naranja? Otras frutas. Ese último ingrediente a la postre, ha resultado fatal. No se que ínfimo porcentaje llevaría de MANZANA, el fruto prohibido, por lo que nos vemos obligados a dejar el Paraíso.
Pero antes vamos a intentar aprovechar el ultimo día. Estamos alquilando un coche para dar la vuelta a la Tahiti Grande y a la Tahiti pequeña. Estamos conduciendo y se ha puesto a llover. A llover y a diluviar a la vez. Vamos por la carretera casi a ciegas regodeandonos de la suerte que hemos tenido con el tiempo. Paramos en una playa donde los surfistas estan igual de mojados dentro que fuera del agua. Me pongo el traje de baño no para bañarme sino para poder salir del coche a hacer una fotografía. Así ,por lo menos, no me mojaré la ropa. Sigue lloviendo, y ya ván cuatro horas de lluvia torrencial. Nuestra tercera parada es un grupo de tres cascadas de nombre impronunciable. La segunda debería haber sido un agujero soplador por el que se mete el agua de mar y sale a presión, pero no pudimos encontrarlo por la falta de visibilidad.
Al fin llegamos al sendero que conduce a las cascadas. Sigue diluviando. Según nos acercamos vemos que vienen corriendo un grupo en dirección contrario diciendo “danger” y “biquerful wiz de camera”. Seguimos avanzando con curiosidad y precaución y entendemos lo ocurrido. Las lluvias torrenciales han desbordado la cascada y es imposible acercarse por la manta de agua y vapor da agua que viene colina abajo. Intentamos acercarnos todo lo posible y nos calamos hasta los huesos. Tenemos que recular corriendo como habían hecho los anteriores. Aún así nos ha dado tiempo a sacar varias fotografías en un momento fantástico de naturaleza desbordada y a darnos ,para mi, el mejor baño posible en la Polinesía.
Estamos en el aeropuerto de Papeete capital de Tahití, son las 11 de la noche, nos falta una hora para embarcar rumbo a Isla de Pascua. Hoy toca dormir en el avión. Y tenemos al lado una señora que está peinando una muñeca, que miedo me da subir al mismo avión que ella. Bueno embarcamos.

¿Cuantas patas y patos són?