CHILE Y NERUDA

Llegamos a Santiago de Chile y nos estaban esperando, fuimos al hotel y solo tuvimos tiempo de ir a cenar un bife a lo pobre que es un filete de lomo de ternera con huevos, cebolla y patatas fritas, vamos ligerito como veréis.
El día siguiente alquilamos un coche y nos fuimos a Valparaíso, una ciudad que está rodeada de colinas llenas de casas de colores a las que se sube en diferentes funiculares.















Una de estas es “La Sebastiana” que es la casa que Pablo Neruda tenía en Valparaíso que ahora se puede visitar, es preciosa. Si para Le Corbusier la casa es una maquina para habitar, para Neruda es un espacio para jugar en el que el hombre no debe olvidar que ha sido niño. Por eso esta llena de cosas curiosas que fue coleccionando a lo largo de su vida. También había un minibar con barra en el que servía un coctel de su invención al que llamó coquetelón.. Hay hasta un pájaro “corocoro” disecado que es un pájaro tropical de color rojo que aparece en la poesía “Las Aves del Caribe”.






























Si no viste el carmín del corocoro
volar en un enjambre suspendido
cuando corta la luz como guadaña
y todo el cielo vuela sacudido
y pasan los plumajes escarlata
y dejan un relámpago encendido,
si tú no viste el aire del Caribe
manando sangre sin que fuera herido,
no sabes la belleza de este mundo,
desconoces el mundo en que has vivido.

De vuelta a Santiago llegamos ya anocheciendo a la Plaza de Armas que nos defraudo bastante ya que casi todos los edificios antiguos de la zona han sido demolidos y sustituidos por nuevos de dudoso gusto.