martes, 15 de diciembre de 2009










DE CÓMO EL BUDA DE LOS GRANDES VIAJES NOS SALVA DE TERMINAR NUSTRO VIAJE EN EL TIBET.

Llegamos al nuevo aeropuerto de Lhasa por el aún más nuevo túnel y aún mucho mejor autovía. Pasamos el Control de Policía y ,ya con nuestra tarjeta de embarque en las manos, estamos comentando lo fácil y tranquilo que ha sido nuestro paso por el Tibet. Vamos que estamos adormecidos y con el espíritu en calma y armonía, cuando de repente escuchamos por megafonía. Flight “nosecuantos” CANCELED. Pues sí , el “nosecuantos” era el nuestro. Estábamos con un píe en el avión y nos quedamos en tierra. Se forma un guirigay y conseguimos encontrar una encargada del aeropuertos que habla ingles. Nos dice que las condiciones meteorológicas en Xian son muy malas y que el vuelo queda cancelado hasta nuevo aviso. Que si queremos salir del Tíbet lo mejor es que embarquemos hacia Pekín en un vuelo que sale en media hora. Le digo que perdemos el billete de Xian y la psterior conexión al día siguiente con Pekín desde Xian. Que pagamos tres billetes y utilizamos uno. Parece conmoverse y habla con la Compañía China Eastern Airlines y nos ofrecen llevarnos urgentemente a Pekín pero sin pasar por Xian. Ante las lúgubres expectativas, aceptamos renunciando, no sin pena a Xian, pero dando gracias de poder proseguir nuestro viaje. Hacemos escala en Chengdu y allí debemos dirigirnos al mostrador de la Compañía aérea correspondiente. Así lo hacemos y pruebo a insistir n el vuelo a Xian. Aquí es donde nuestro buda particular hace el milagro y nos ofrecen llevarnos a Xian en un vuelo que esta embarcando. Aceptamos y nos ponemos a seguir a un empleado de la CIA aérea que con un walkie-talkie en la mano y peleándose en todos los controles nos va abriendo paso hasta montarnos, con maletas sin facturar, en una camioneta que nos lleva a toda prisa hasta la escalera de subida al avión que está esperando.
Al final conseguimos ver los famosos guerreros.


No pude evitar la tentación de verme a mi mismo convertido en guerrero. Aquí va la frikada.

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