lunes, 28 de diciembre de 2009

PARA Tí. PARAISO.





















BORA BORA
Dia 1. Dios creó el Paraíso
Dia 26 de Diciembre de 2.009: Llegamos al Edén
TOMA, TOMA , TOMA… ni en Basauri hay “bungaloús” así.






Ia Orana. Llegamos a Tahíti ya de noche al Hotel Inter Continental. La temperatura es de unos 30 ºC. Lo digo sin temor a equivocarme mucho y sin mirar el termometro; pues aquí la tempertura oscila entre los 29 y 30 grados ya sea Invierno, Verano, Noche o Día.

La luna brilla y se refleja en el mar…… No podemos contenernos y nos bañamos a las 12 de la noche de nuestro segundo 26 de Diciembre de 2.009.


No queremos molestar a nadie, ni levantar envidias en un Madrid gélido, pero esto es lo que hay. Hay otra vida y está AQUÍ.

Dia 2. BORA BORA
Segundo día en el Paraiso.
Ya empezamos a sacarle pegas al Paraíso.
En algo habremos pecado y Dios nos ha castigado con quemaduras de primer grado. Me he cortado el pie con un coral; eso sí muy bonito. Nos hemos bebido un litro de AfterSun y mañana al despuntar el alba tenemos que coger un barco para ir a la Capital, a la Isla de enfrente, a comprar más a precio de oro. Porque por cierto, los precios aquí en el Cielo están carisisímos, vamos por las nubes.
No veis como no estáis tan mal allí en el Infierno helado. Nosotros , por nuestro lado, nos conformaremos con nuestro modesto“bungaloú”, nuestra playa privada, nuestras cenazas al borde del mar y nos pincharemos de vez en cuando con algún coral puntiagudo para no abusar.
Vamos a acostarnos con el mar meciéndonos con el susurro de las olas acariciando suavemente nuestros oidos.

Día 3 en el Paraíso.

El ruido de las olas empieza a parecernos cansino......




En el Paraíso hay unos bichitos muy pequeños que no pican pero molestan. Son tan pequeños que caben por la tela mosquitera de las ventanas y acaban paseándose por todos sitios aunque lo que más les gusta son las espaldas de los seres humanos durmientes. No conseguimos clasificarlos por falta de microscopio, pero los encuadramos entre hormigas enanas, piojos sin dientes, ácaros gigantes o mosquitos sin alas.

No se por hambre o por torpeza; seguramente por las dos cosas. Hace un par de días me mordí la lengua. Yo me inclino más en que se trata de otro castigo divino por lo mucho que hablo. Bueno, las consecuencias son que eztoy zopaz y que hablo aún menos. Hemos estado en el “pueblo de una calle” que parece del Oeste pero con precios de la 5ª Avenida. Le he sacado la lengua a la farmacéutica y no le debe haber gustado porque me ha recetado un autentico y genuino cauterizador de lenguas que tengo que disciplinadamente aplicarme cuatro veces al día.

Como veis los ricos también lloran. Estamos regular, yo sigo quemada, pero no sabéis como, Hemos ido a la isla grande a comprar aftersun y por supuesto un pareo, además de un totó mas para Juan. Aquí se llaman tikis. Intentamos adaptarnos a la vida de aquí, pero no hay manera, nos hemos levantado a las 7.30 para intentar acostarnos a las 10 de la noche, hemos estado buceando y nos hemos tumbado un ratito encima de la cama y nos hemos echado una siesta de 3 horas, esta noche por lo menos hasta la 1 no nos podremos dormir
Y volvemos a empezar con el desajuste de horas. No hay manera de salirnos del horario español y llevamos ya cuatro semanas de viaje.
















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